lunes, 17 de junio de 2013

La educación dominicana necesita líderes en todas partes

La educación dominicana necesita líderes en todas partes, en todos los niveles del sistema, si queremos que este funcione, o mejor, que sea un verdadero sistema. No podemos pretender que en un país con los problemas educacionales que hoy padecemos, las cosas puedan hacerse y los resultados esperados y deseados lograrse por decreto ni por orden de nadie, sea quien sea y cual sea el nivel desde el cual dirija. No se trata de procesos ni de resultados, se trata de PERSONAS. Los procesos son ejecutados y mejorados, las PERSONAS los ejecutan y mejoran. Los resultados son alcanzados, logrados, obtenidos: las PERSONAS los alcanzan, logran, obtienen. La clave son las personas que trabajan en, desde y para nuestra educación. Maestros y profesores, directivos, técnicos, supervisores, personal de apoyo: todos son importantes. La familia de cada estudiante es importante. La comunidad educativa en general es importante. Y por supuesto, los alumnos son LOS MAS IMPORTANTES. No están allí por nosotros, estamos aquí por ellos. Todo lo que se haga en nuestra educación es por y para ellos, que son el futuro de esta nación nuestra. No perdamos el foco, no nos desorientemos, por Dios, y lo escribe un convencido maestro con tres décadas de carrera enamorada e ininterrumpida: NO HAY NADA NI NADIE EN EDUCACIÓN MAS IMPORTANTE QUE EL ALUMNO MAS HUMILDE DEL MAS HUMILDE CAMPO DOMINICANO!

Pero para que eso se haga realidad en la práctica, se requiere liderazgo genuino y comprometido  a todos los niveles. Nada ni nadie puede obligar a un maestro a amar y entregarse a sus alumnos. Eso sólo lo puede lograr el ejemplo de un director que los ama y lo demuestra cada día con su preocupación y ocupación constante por ellos, con el nivel de prioridad máxima que otorga a los alumnos, con la coherencia entre su prédica y su práctica al respecto. O el de un técnico o directivo que visita un centro y lo primero que hace es buscar a los alumnos e interesarse sinceramente por ellos, su vida, su aprendizaje, su salud, su apetito, su estado anímico, su satisfacción con el centro, la paz de su hogar. O el del maestro veterano y enamorado de su profesión y de su ejercicio, que es visto, respetado y amado por los muchachos como un padre porque EL SE SIENTE SU PADRE Y SE LO DEMUESTRA A DIARIO, mas allá de salarios, incentivos, condiciones laborales, cuatro por ciento (...o cinco, o diez!), Asociaciones y Ministerios. O, cómo olvidarlo, el del joven educador de poca experiencia pero de mucho amor, que estudió magisterio por amor, que ejerce su carrera por amor, y que derrocha amor en cada encuentro con sus alumnos, dentro y fuera del aula, porque sabe (o sólo lo siente, pero para los efectos, es igual) que sin amor a sus alumnos es imposible ser MAESTRO...

He escrito desde hace mucho (con base en múltiples  investigaciones e intervenciones), y entrenado a muchos cientos de personas en ello, que la principal función de un directivo a cualquier nivel es lograr que cada integrante del colectivo que dirige, sepa, quiera y pueda ser y hacer, en cada momento, todo lo necesario para contribuir al logro de los objetivos de la organización,  en la mayor armonía posible con sus propios objetivos personales de desarrollo. Y que es esa, en mi opinión personal y profesional, la verdadera esencia del liderazgo. Y también opino que esa es la principal carencia de nuestra educación hoy día: falta  un liderazgo genuino en todas partes, que impulse a todas y todos los trabajadores del sistema educativo a luchar sin descanso por la calidad educativa. Desde un enfoque de mando, no lo lograremos. Necesitamos un enfoque de EJEMPLO. Necesitamos LIDERAZGO, y por supuesto, LIDERES, en TODOS LOS NIVELES DEL SISTEMA: altos funcionarios líderes, funcionarios intermedios líderes, directivos y técnicos líderes, y sobre todo, MAESTROS Y PADRES LIDERES. Sólo así daremos el salto imprescindible. Y la República Dominicana que queremos, sólo puede ser edificada desde una educación diferente a la que hoy tenemos. Con la actual, nunca lo lograremos.

Lideremos todos el cambio educativo!

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