viernes, 20 de abril de 2012

DON MANUEL ARSENIO UREÑA

DON MANUEL ARSENIO UREÑA Con gran pesar escuché la noticia de la partida de Don Manuel Arsenio Ureña. Desde el fondo de mi alma surgió la expresión: Ha fallecido un hombre que fue y será ejemplo de esfuerzo, perseverancia, solidaridad y liderazgo. ¡Dios lo bendiga! En todas las oportunidades que tuve el honor de escucharlo, sentí la satisfacción de estar frente a un ser humano convencido de su misión y responsabilidad como padre, amigo, ciudadano y empresario. Proyectaba la imagen de una persona auténticamente comprometida con el crecimiento y desarrollo del país y que actuaba apegada a los principios éticos y religiosos. Admiro su gestión en favor de la preservación del medio ambiente y los recursos naturales, sus esfuerzos por la reforestación en el Plan Sierra, y las innovaciones en el área agrícola. El trabajo realizado ha beneficiado y motivado a miles de familias pertenecientes a los sectores agrícola, industrial y comercial. Es indiscutible que los hechos son los que exponen la auténtica verdad del ser humano; así como la vinculación o desvinculación entre el pensar, el decir y el hacer. Su participación era garantía de éxito en cualquier renglón de la producción y comercialización, debido a la tenacidad, inteligencia y capacidad emprendedora, aunados al conocimiento e interés por la innovación tecnológica. Su liderazgo quedó evidenciado en la creación y el éxito de sus empresas. Además, en el interés manifiesto por la creación de lazos de solidaridad y apoyo entre los diferentes sectores. Por esas razones, se debe destacar su participación como miembro fundador de la Asociación de Mayoristas de Provisiones de Santiago, Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago, Plan Sierra y otros organismos. Aportó de manera significativa a la educación nacional. Se destaca su condición de integrante de la Junta Fundadora de Universidad Católica Madre y Maestra; el apoyo a estudiantes de escasos recursos, costeándoles los estudios universitarios, y ese maravilloso plan ejecutado para contribuir con la erradicación del analfabetismo. Contribuyó con el desarrollo del deporte, la cultura, las instituciones que auspician el bienestar humano y la difusión del mensaje cristiano. Ofreció el invaluable ejemplo de persona accesible, cálida y con profundo arraigo familiar. Don Manuel Arsenio Ureña, los destellos de su liderazgo nacional llegaron con intensidad a todos los sectores. Hoy, en el día de su partida, usted ha dejado al país un legado de éxitos, sustentados en la laboriosidad, el uso inteligente del conocimiento y la capacidad para trabajar en equipo! ¡Qué valioso es su ejemplo! Parte, justamente, en este momento en que la Patria necesita hombres con proyectos definidos y conciencia del valor del trabajo y la honestidad; qué no se avergüencen de su extracción humilde; que construyan con su esfuerzo y trabajo en equipo el bienestar presente; y puedan dejar esparcidas en amplios espacios las semillas de la esperanza, la producción y la superación. Quedaron atrás las carencias del niño de La Guana que, en algún momento, soñó con poseer zapatos, o lloró por el juguete navideño que no pudo obtener. Pertenecen al ayer, las luchas del adolescente que, en medio del trajinar de una pulpería o lustrando zapatos, generó las primeras ideas sobre ahorro e inversión. Permanecen y permanecerán los lazos de amor y de esperanza sustentados en la fe y creencia en Dios. Don Manuel Arsenio, desde ayer, el trinar de las aves de la Sierra lo acompañan en su tránsito al regazo del Altísimo. Desde ese espacio indescriptible, donde descansará del trajinar cotidiano, usted contemplará su legado con una sonrisa. ¡Qué nada nuble su reposo! Purificado en el dolor de los últimos días, y bajo el amparo del amor infinito, sentirá la paz del que luchó por superar las limitaciones propias de la existencia humana y extendió las manos con sentido de altruismo. La brisa de los árboles, en su lenguaje rítmico y hermoso, repetirá su nombre; y miles de rostros de la serranía, bañados de nostalgia y de sonrisas ,evocarán y bendecirán a un hombre sembrador de esperanzas: DON MANUEL ARSENIO UREÑA Paz a sus restos. Un abrazo solidario a sus familiares y a todos los que admiraron la trayectoria de un hombre de fe, ejemplo de creatividad y de trabajo. Por: Lic. Minerva Calderón López, M. A.

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