
Según el Informe EURYDICE (Cifras clave de la Educación 2012. Evolución de los Sistemas Educativos Europeos durante la última década. Bruselas. 2012), los Sistemas Educativos analizados (37) tienden:
• A la prolongación de la escolarización obligatoria
• A ampliar la autonomía en los centros educativos e instituciones de Educación Superior
• A dotar al sistema de cierto nivel de calidad, que se muestra, fundamentalmente, en el incremento de la evaluación.
• Al mantenimiento de niveles poco atractivos de la profesión docente, por más que los profesionales cuenten con apoyos crecientes.
• Una irregular financiación
• A que los titulados superiores encuentren empleo antes que los no titulados o titulados de niveles inferiores
Aún así y a los esfuerzos que se vienen realizando en occidente desde los años 80, los niveles de éxito y fracaso se siguen manteniendo en niveles parecidos.
No es extraño que, en este panorama, los profesionales del ámbito educativo se agarren a todo lo que suponga una ayuda y que beneficie su quehacer, sobre todo bajo la perspectiva de la presión que se ejerce sobre el sistema educativo y sobre esos mismos profesionales.
Porque, a la vez que todo eso ocurre (y el informe citado lo recoge con autoridad y referencias más que sobradas) hemos dejado de presionar sobre lo que más importa: el modelo de persona a formar, los valores de que hay que dotar a esas personas y sus actitudes por encima de sus conocimientos; los esquemas mentales que ha de poseer para moverse en el mundo que han de vivir, el proceso de enseñanza y aprendizaje que mejor puede servir al modelo educativos, el papel de los profesionales, etc.
Sobre los sistemas educativos se ha presionado desde visiones cortas, cuando no de puro esnobismo, son salvas de fogueo momentáneo, con egoísmos y urgencias políticas y bajo la creencia de que todo es válido.
Uno de esas salvas de fogueo que mencionaba o uno de esos “clavos” a los que los profesionales se han agarrado han sido las TIC, que se han presentado como panacea universal, capaces por si solas de solucionar todo en un mundo colvulso y en el que intervienen, de un modo profuso, confuso y difuso múltiples y diversas variables (permítase la cacofonía).
De este modo si se pregunta, desde el Ministerio de Educación hasta el último miembro del Sistema Educativo, qué es lo fundamental en la educación, nos encontraremos con tantas respuestas como participantes y así no se puede construir la educación ni se pueden hacer servir los recursos.
Fuente:docenciaangelpio.wordpress.com
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