Atrévete a vivir sin mendigar silencios
ante el ruido insensato de los que no te aman.
A percibir la melodía del alma
en el perfecto equilibrio de realidad y sueños.
Atrévete a vivir de cara a la existencia
respirando esencias de sabiduría.
Sin doblegar la mente por los desconciertos
o esconder la mirada ante los desafíos.
Ama por encima de todo.
Enciende candiles de esperanzas.
Atraviesa el río envuelto en sortilegios.
Cubre con tu piel los espacios vacíos
de quien enciende llamas en tu vida.
Atrévete a cerrar los ojos en la aurora,
a imaginar que nada es imposible
a pesar del dolor
a pesar del hastío
o del sueño otoñal inmerso en el vacío.
Atrévete a llenar el cielo de colores
cuando en las sombras grises transite la nostalgia
o el dolor doblegue las alas del viento.
Atrévete a esperar el canto de las aves
a correr los lienzos de la historia,
a desafiar lo inesperado y distante,
bajo la fuerza imponente de la luz.
Atrévete a besar con tus ojos la infinitud del cielo.
A vibrar ante la belleza de un lucero,
evocador de caricias escondidas,
y del ayer eterno estampado en tu alma.
Atrévete a hurgar en las esencias que nublan la existencia,
arrebatarle al tiempo el dolor o la angustia
que una vez opacaron tu límpida mirada.
A cantar a la vida que tú existes
vibras,
sueñas,
construyes esperanzas.
Atrévete a vivir sueños infantiles
a salpicar el espacio con ingenuas chispas de alegría y libertad absoluta.
A vagar por el mundo de los sueños
y despojarte de las férreas armaduras.
Atrévete a decir que eres
perfume del hoy y del ayer
envolvente , sensual y misterioso.
Tan ligado a tu esencia que emana tus virtudes.
Atrévete a lucir las huellas del tiempo
aunque desdibujen tu sonrisa auténtica.
Porque eres mar inmenso de recuerdos,
caudal de palabras convincentes.
Un tesoro existencial,
revelador,
único.
Atrévete a llorar cuando lo ansíe tu alma
para que fluyan sin mágicas barreras,
encadenantes angustias o tormentos.
Libre de ataduras fluirá la ternura,
y un eco sublime resonará en tu alma,
cada minuto,
cada segundo,
para siempre.
Desafía el presente con una nueva estrella.
Reinventa el horizonte a pesar de las oscuras sombras.
Sonríe con magnetismo deslumbrante.
Camina, camina sin descanso.
Triunfante,
incorruptible,
consciente,
hasta el final de la historia,
Y atrévete a posar cual frágil mariposa
en el espacio ilimitado del amor infinito.
Minerva Calderón López
Santiago de los Caballeros
República Dominicana
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